San Geminiano (también conocido como San Geminián, o San Gimiñano) fue un diácono del siglo IV y posteriormente obispo de Módena. Se le menciona en el año 390 cuando envió un delegado llamado Teodulo a participar en el concilio de San Ambrosio en Milán. De su nombre, se deduce que Geminiano perteneció a una estirpe de senadores romanos.
Poco más se conoce de él, y toda la información que tenemos pertenece a biografías muy tardías. Se dice que recibió a San Atanasio cuando éste pasaba por Módena producto de un exilio. San Juan Crisóstomo recibió la misma hospitalidad. San Geminiano se opuso al arrianismo y al jovinianismo. Su muerte fue el 31 de enero de 397, fecha considerada como probable.
Su veneración ha estado presente siempre en Módena. A principios del siglo V, una iglesia erigió una tumba, que ahora se encuentra contigua a la actual catedral de la ciudad. En la Alta Edad Media, Módena es mencionada frecuentemente como Civitas Geminiana.
El Relatio translationis S. Giminiani, un manuscrito del siglo XII, describe el traslado del cuerpo del santo el 30 de abril de 1106 y el 7 de octubre de 1106, ésta última en presencia de Pascual II, Matilde di Canossa, y todos los habitantes. Se realizó un reconocimiento de las reliquias por Lucio III, el 12 de julio de 1184, camino a Verona.
Los habitantes de Módena creen que la intervención del santo los salvó de los hunos, levantando una espesa niebla que ocultó la ciudad.
Geminiano raramente aparece en el arte, pero a veces aparece con el hábito de obispo sosteniendo un espejo en el que aparece la Virgen María, o con un modelo de la ciudad de Módena; o calmando una tormenta en el mar, o haciendo exorcismo del emperador bizantino Jovino.
El santo es venerado también en Tuscany, especialmente en la ciudad que lleva su nombre San Gimignano, y Pontremoli, donde se erigió una catedral en su nombre.
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