El entretenimiento, la diversión y el juego son piezas fundamentales para todo Géminis. Por lo general, éste se interesa por todo, suele participar de todo tipo de actividades o, por lo menos, las prueba una vez en la vida para así poderse formar una opinión concreta al respecto. El nativo de este signo no es muy amigo de profundizar en exceso en una sola dirección; incluso cuando realiza estudios superiores la investigación no es uno de sus fuertes. Lo que realmente le va a este nativo es conectar y sacar el máximo partido a sus recursos personales y para ello no hay nada mejor que picotear de flor en flor.
La frivolidad es uno de los defectos que muchas veces se achaca a estos nativos. Su facilidad de palabra y la gran intuición mental que de alguna manera le ayuda a decir justamente lo que los demás esperan oír, inevitablemente conducen a este nativo hacia una superficialidad que a menudo mina su reputación. Y es que si hay algo que aterroriza a Géminis es el sentirse atrapado en la tela de araña de las relaciones personales. Desde luego, este nativo disfruta participando, pero sin perder en ningún momento su individualidad. Es un ser libre que explora a los demás para, en el fondo, descubrir lo que hay en su interior.
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